martes, 15 de enero de 2008

En tiempos de aflicción


Analizar las causas de una pena es tiempo perdido.


No cabe volver atrás. No hay sortilegio que cambie lo sucedido, ni vale culpar a esto o a aquello.


Cuando sufras una profunda desazón, fuerza a tu mente a pensar en los pequeños placeres presentes.


Concédete un tiempo para curar... Calma.




La pérdida nos vacía, pero debes aprender a no cerrar tu corazón y mente doloridos.


Deja que la vida vuelva a colmarte.


Cuando el pesar sobreviene, parece imposible, pero nuevas alegrias esperan para llenar ese vacío.




Te deseo la felicidad de dejar que el pasado se aleje y de hallar un nuevo comienzo.




Querría ahorrarte toda pena, todo fallo, cualquier fracaso.


Pero entonces vivirías ajeno de los demás seres del planeta.




Una familia, un matrimonio o una amistad se construyen tanto con dolores como con alegrías.




Si pudiera darte algo, sería la paz en lo más profundo de tu vida, que fuese serena y firme en todos los avatares.




Guarda con cuidado la felicidad... es un préstamo.

1 comentario:

Borraron contenido dijo...

hola fania, me di cuenta que anduviste por mi bloger, que bueno, no mucha gente sabe de el y de los trabajos que he realizado pero me dio gusto que lo allas encontrado, bueno saludos y cuidate mucho. sebastian