Analizar las causas de una pena es tiempo perdido.
No cabe volver atrás. No hay sortilegio que cambie lo sucedido, ni vale culpar a esto o a aquello.
Cuando sufras una profunda desazón, fuerza a tu mente a pensar en los pequeños placeres presentes.
Concédete un tiempo para curar... Calma.
La pérdida nos vacía, pero debes aprender a no cerrar tu corazón y mente doloridos.
Deja que la vida vuelva a colmarte.
Cuando el pesar sobreviene, parece imposible, pero nuevas alegrias esperan para llenar ese vacío.
Te deseo la felicidad de dejar que el pasado se aleje y de hallar un nuevo comienzo.
Querría ahorrarte toda pena, todo fallo, cualquier fracaso.
Pero entonces vivirías ajeno de los demás seres del planeta.
Una familia, un matrimonio o una amistad se construyen tanto con dolores como con alegrías.
Si pudiera darte algo, sería la paz en lo más profundo de tu vida, que fuese serena y firme en todos los avatares.
Guarda con cuidado la felicidad... es un préstamo.
1 comentario:
hola fania, me di cuenta que anduviste por mi bloger, que bueno, no mucha gente sabe de el y de los trabajos que he realizado pero me dio gusto que lo allas encontrado, bueno saludos y cuidate mucho. sebastian
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